Ya de vuelta, tras disfrutar de unas semanicas de vacaciones, Zaragoza nos deleitó con un caluroso de recibimiento de 40 grados a la sombra, ahí es na. No apto para depresivos post-vacacionales. Con el cuadernico de bocetos bajo el brazo repleto de apuntes y dibujillos para los nuevos proyectos que verán la luz en septiembre y que ya contaré en su momento (un contrato multimillonario de silencio me impide desvelarlos).
¡¡Permanezcan atentos a sus monitores!!