La profecía de los Mayas no fue un fin del mundo catastrófico para hoy. Ellos advirtieron que el eje de la Tierra se vería desviado por un alineamiento con el Sol y el centro de nuestra galaxia. Estos acontecimientos producirían, al día siguiente, que dos modorros se volvieran a juntar con el “Curso de Oregonés” para hacer dedicatorias y monigotes a todos los que se acerquen por la librería Central.
¡Lo han clavao estos jodidos Mayas!